El Camino de Santiago, además de la conocida peregrinación a Santiago de Compostela, es en realidad un sendero interior, paralelo al sendero exterior: hay un Camino de Santiago capaz de llevarnos más allá del fin del mundo ( Finis Terrae) más allá de los refugios y las iglesias, más allá de los símbolos y las leyendas, incluso más allá de nosotros mismos. El Camino de Santiago es algo más que una ruta turística, que una penitencia o que una obligación religiosa. El Sendero, si se nos permite escribirlo con mayúscula, siempre ha estado allí, y nuestra propuesta es recorrerlo, realizar un viaje mágico e interior que nos permitirá alcanzar una experiencia única e intransferible de crecimiento físico, mental y espiritual.